PostHeaderIcon Capitulo 19

Mientras nos alejábamos aún podíamos ver a más y más muertos que se dirigían hacia el almacén donde nos encontrábamos horas antes. Si hubiésemos tardado un instante más en tomar la decisión de salir de allí es posible que hubiese sido demasiado tarde.

Por suerte el todoterreno que heredamos de Ramón ha resistido bien la sacudida contra los cuerpos que se agolpaban tras la valla y gracias a su potencia fue capaz de empujarlos y apartarlos para que pudiésemos salir de allí. Sin duda un coche menos se habría quedado atrapado entre las toneladas de carne y ahora estaríamos muertos o como quiera que esté esa gente.

La luz del sol ya baña toda la ciudad de nuevo como si nada hubiese sucedido. Pasamos la noche en el coche. Nos apartamos todo lo que pudimos de las calles más céntricas y cuando creímos que ya nadie nos seguía paramos el coche para descansar. Nos fuimos turnando cada dos horas para hacer guardia por si alguien se acercaba y en dos ocasines tuvimos que movernos porque se acercaba algún que otro muerto para invitarnos al infierno.

Ahora conduzco por la periferia de la ciudad, resiguiendo paralelamente la valla ya que meterse en el corazón de la ciudad es un suicidio. Hemos decidido bordearla por completo. Tenemos la esperanza de encontrar una salida.

- ¿Por qué no tiramos la valla con el coche como lo hicimos con la del almacén? - preguntó Vanesa rompiendo un silencio que ya hacía demasiado tiempo que duraba.

La pregunta era bastante estúpida. No era comparable una valla vieja y oxidada con la que habían colocado los militares para sitiarnos y tratar de contener a los muertos. Quizás romperíamos la valla, sólo quizás, pero lo más probable es que el coche quedase afectado y tuviésemos que seguir a pie. No era una gran idea.

Violet resopló como respuesta.

- ¿Se te ocurre algo mejor? - Le preguntó Vanesa.
- Se me ocurre no hacer preguntas estúpidas. - Contestó Violet sin mirarla.

Antes de que Vanesa tuviese tiempo a contestar grité: -¡Mirad! ¡Hay gente ahí delante! ¡Al lado de la valla!

Era un grupo de entre cinco y diez personas. En su mayoría hombres, alguna mujer y una niña o un niño, no llegué a distinguirlo.

- No te pares. No parecen tener nada que necesitemos. - Dijo Violet frenando mi intención de parar.
- Pero.. Quizás nos puedan ayudar. O nosotros a ellos.
- Si te paras me llevo el coche y te dejo con ellos para que te ayuden. Tu eliges.

No paré. Tampoco ellos hicieron gestos indicando que así lo quisieran.

- Quizás nos hubiesen sido útiles - Refunfuñé.
- Quizás nos hubieran robado el coche - Sentenció Violet.

Tenía razón. De ahora en adelante cualquier persona viva que encontrásemos seguramente intentaría arrebatarnos lo poco que tenemos para así sobrevivir. Incluso quizás nosotros tengamos que hacerlo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Violet rocks!

Seguidores